El Ministerio de Defensa no sólo mantiene diversos proyectos de inversión militar sino que además implementa nuevos proyectos de costes millonarios, , generando una importante deuda pública por la contratación de programas militares...
Mientras el Gobierno aprueba la reforma laboral y recorta diversas partidas del gasto social, mantiene la inmunidad del grueso del gasto militar, generando una importante deuda pública por la contratación de programas militares (fragatas F-100, avión de combate EF- 2000..) y el despliegue del escudo antimisiles en la base militar de Rota (Cádiz). Para 2011, frente a las reducciones presupuestarias en educación (8,1 %), servicios sociales (8,1 %), sanidad (8,2%).... el gasto militar soportó una disminución del 5,19%.
El Ministerio de Defensa no sólo mantiene diversos proyectos de inversión militar sino que además implementa nuevos proyectos como la quinta fragata F-100, con un importe aproximado de 4.100 millones de euros. El conjunto de la inversión militar para 2011, que incluyó proyectos de armamento en curso, I+D de estos proyectos, compra de nuevas armas, realización de infraestructuras e instalaciones, representa un importe total de 2.006,52 millones de euros. Para 2012, este ministerio verá reducido su presupuesto un 8,8%, frente a otros como Educación, que tendrán un 21% de recorte.
En tiempo de crisis, se ha optado por dotar de menor asignación y aplazar en el tiempo los programas contratados por Defensa, con lo que se refinancian los proyectos y se pagan más intereses. Esto conlleva incrementar la deuda y el encarecimiento de los proyectos militares.
El gasto militar real se viene incrementando entre un 10 y un 15 % sobre lo previsto cada año. Así, aunque la reducción presupuestaria para 2010 del gasto militar fuera del 6,2 %, la liquidación provisional ya daba un incremento de 849 millones de euros, un 9,3 %. Dando un paso más en el desenmascaramiento de este negocio de la guerra, debemos tener también presente que el Ministerio de Industria ayuda a maquillar los presupuestos de Defensa; así, la factura global de los llamados programas especiales de armamento (19 sistemas que en su mayoría incorporan nuevas tecnologías) suman 30.000 millones de euros.
La industria militar se benefició de créditos encubiertos de los Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Industria a interés cero, para desarrollar armamento que ni siquiera se ajustará a las demandas de defensa. La banca se ha articulado con el complejo militar industrial y altos cargos de defensa.
Así, el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, es uno de los ejemplos de puertas giratorias en el sector armamentístico y fue el gestor de esta ingeniería financiera para poder externalizar la burbuja financiera militar. Para el movimiento antimilitarista, hablar de gasto militar es también incluir las partidas consignadas a las políticas del control social (gasto policial, carcelario...).
Todo este conjunto configura una estructura represiva que tiene elobjetivo de controlar los sectores sociales a los que el sistema capitalista excluye sistemáticamente, agravando la situación de empobrecimiento, de violencia estructural, y poniendo en evidencia que todos los derechos están en crisis, gracias a que la democracia se supedita a los intereses militares y a sus mecanismos de dominación.
text extret de: kaosenlared i http://diagonalperiodico.net/El-Ministerio-que-no-acusa-los.html
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